jueves, 24 de enero de 2013

LA SEGUNDA SEMANA POR MIGUEL GARCÍA



La semana pasada la comenzamos estudiando aquellos elementos del mobiliario y la decoración cuyo cuidado y limpieza son labores del departamento de pisos pero que no se encuentran permanentemente en las habitaciones sino en las zonas nobles del hotel como son los cuadros, sofás, lámparas etc. o almacenados como es el caso de las camas supletorias. Sobre todos estos elementos debe llevarse un control exhaustivo pues debe registrarse en cualquier caso lo que se compra y se presta tanto a clientes como a otros hoteles. Un correcto registro de estos préstamos sería el que incluyese la descripción del objeto prestado, el beneficiario del préstamo, la fecha en la que se presta y la fecha en la que debe ser devuelto el objeto en cuestión así como la fecha en la que se hace efectiva la devolución con el objeto de conocer si ha habido alguna demora y actuar en consecuencia a la hora de futuros préstamos a la misma persona o entidad.
También estudiamos que las camas supletorias son normalmente o una cama de estructura fija que se transporta a la  habitación cuando sea necesario, o una cama plegable o un sofá cama, clasificándose estos últimos en las modalidades de puzle, libro y sofá cama. Pero una cama supletoria no es la solución para una pareja con bebés, por ello también estudiamos los diferentes tipos de cuna, pues mientras que los hoteles de mayor categoría optan por cunas de madera, aquellos que tienen limitaciones mayores de almacenaje optan por cunas plegables. Otros accesorios que los hoteles ponen a disposición para sus huéspedes más pequeños son bañeras para bebés, biberones, cambiadores y hervidores de agua.
Para concluir la unidad 5 estudiamos la distribución y los diferentes tipos de unidades de alojamiento, así pues, aprendimos que tanto los cuartos de baño como las camas se encuentran contrapuestos a fin de evitar que los clientes escuchen los ruidos de la televisión del huésped de al lado y los ruidos propios del cuarto de baño de la habitación contigua. En cuanto a los tipos de habitaciones se nos explicó que las más comunes son la individual con una única cama, la doble con dos camas de 1,35 o 1,50, con salón normalmente utilizado por los huéspedes para reuniones y tareas administrativas, la suite que consta de dos dormitorios separados con su correspondiente vestidor, cuarto de baño y en algunos casos con una habitación destinada al servicio, además de con infinidad comodidades audiovisuales, domóticas etc.
En cuanto a habitaciones más específicas aprendimos que existen habitaciones con altillo que proporcionan un toque especial a la unidad de alojamiento, habitaciones comunicadas que son ideales para grandes familias que viajan juntas, habitaciones para no fumadores y habitaciones apartamento equipadas con cocina.
Mención aparte en mi opinión merecen las habitaciones adaptadas para personas minusválidas, pues aquel hotel que cuenta con ellas muestra un gran compromiso social y eso hablando de una empresa privada siempre creo que ha de ser valorado, puede que adaptar la totalidad de las instalaciones sea una inversión muy importante para un establecimiento que haya iniciado su actividad hace tiempo, pero pequeños gestos como proporcionar documentación en braille, instalar barras de transferencia silla-inodoro, colocar los espejo a 90cm del suelo, eliminar el pie del lavabo para que quepa una silla de ruedas, instalar suelos antideslizantes, pegar las alfombras al suelo, instalar en un nivel más bajo los tiradores de las puertas etc. Son pequeños gestos que pueden llevarse a cabo poco a poco, que humanizan a una organización que en principio su único fin es la rentabilidad y sobre todo hacen de este mundo un lugar un poquito más justo.
Especial hincapié hicimos en el baño de las habitaciones, pues todos coincidimos en que es la parte en la que más nos fijamos en términos de limpieza e higiene cuando nos alojamos en un hotel, así pues aprendimos que aparte de  las bañeras, griferías y demás, también deben ser cuidados, limpiados y revisados los secadores, básculas, jaboneras, toalleros y demás equipamiento complementario de los baños en el que los clientes “clavan” la vista cuando detectan la más mínima suciedad, algo normal en un lugar donde la higiene es determinante.
La semana pasada nos dio tiempo a empezar el tema 6, en el que aprendimos que la suciedad puede estar en estado líquido, sólido o medio sólido, pero esté como esté nuestra labor como responsables del housekeeping es eliminarla bien disolviéndola o retirándola y que quede completamente eliminada es un trabajo duro pero que tiene su recompensa, pues la limpieza tiene un efecto multiplicador, es decir, si nuestros clientes perciben limpieza harán en muchos casos de forma inconsciente, lo posible por mantener el mismo grado de limpieza lo que nos ayudará a conseguir nuestro objetivo final en el departamento de pisos: LA HIGIENE, con la que se pretende; Reducir el riesgo de infecciones, mejorar la calidad del ambiente, potenciar la imagen de hotel limpio y cuidado y hacer más confortable la estancia del cliente.


Aprendimos también que según un estudio financiado por el salón Europrope y la Federación de Empresas de Limpieza de Francia las exigencias de limpieza varían según ciertos factores:

       Exigencias según la naturaleza del espacio
       Se exige más higiene en aquellos lugares donde se tiene que:
       Residir: un hotel
       Desvestirse: baños, vestuarios,…
       Alimentarse: restaurantes
       También sube la exigencia en lugares donde:
       La calidad del aire puede ser mediocre: gimnasios, subsuelos,…
       El status es elevado: hoteles de categoría superior.
       Exigencias según la edad
       A más edad se da más importancia a la limpieza
       Exigencias según el lugar habitual de residencia
       Las personas que proceden de ambientes tradicionales fuera de núcleos urbanos dan más importancia a la limpieza
       Exigencias según los recursos
       Con más recursos las personas parecen seleccionar los ambientes y tras confiar en la limpieza desvían su atención a aspectos como la decoración, a la arquitectura, el estado de los muebles,…
       Con menos recursos o menor nivel educativo suelen asociar la falta de limpieza con aspectos más básicos (colillas en el suelo, papeles,….)

Finalmente empezamos a estudiar los diferentes productos de limpieza, primero por su PH pudiendo estos ser ácidos (ph inferior a 7 DESINCRUSTAN) neutros (ph 7 MANTIENEN LA LIMPIEZA) o alcalinos (ph superior a 7 DESENGRASAN) y esto es MUY importante ya que la mezcla entre por ejemplo Aguarrás y un producto alcalino como la lejía liberaría podría provocar explosiones o liberar vapores tóxicos de cloro. La mayoría de los productos multiuso de limpieza son de ph Neutro
La elaboración de estos productos ha evolucionado, por ello de la tradicional pastilla de jabón a base de grasa animal y sosa caustica hemos pasado a productos que incluyen tensioactivos, sales alcalinas ácidos, secuestrantes, disolventes, agentes antiderreposición, perfume con los objetivos de:
       Mojar, reducir la tensión superficial del agua (tensioactivos)
       Disolver la suciedad (disolventes)
       Dispersar la suciedad y evitar que se vuelva a depositar en la superficie (agentes antiderreposición)
En lo que concierne a nuestro departamento estudiamos que los más utilizados son: el amoniaco, la lejía, el salfumant (cerca del total desuso habitual en hostelería) detergentes para la limpieza profunda de suelos, detergentes para el mantenimiento de suelos, detergente para la limpieza de sanitarios, desinfectantes, desincrustantes, desatascadores, específicos para metales, específicos para moquetas,  bálsamos para maderas y multiusos.
A la hora de elegir estos productos para ser empleados en un hotel debemos tener en cuenta que cumplan con los siguientes requisitos:
       Requisitos básicos:
       No dañar la salud al trabajar con ellos
       Estar debidamente etiquetados
       Fácil almacenamiento
       Ser fáciles de dosificar
       No ser inflamables
       Olor agradable
       Ser nada o poco agresivos con el medio ambiente

Para terminar la semana vimos unos cuantos videos de Napo, que es un simpático y desafortunado personaje que aunque no habla un idioma legible nos deja bastante claro lo que no hay que hacer con las sustancias peligrosas según el nuevo pictograma europeo que lleven impreso en su envase.
Como habéis visto ha sido una semana muy intensa, algo que sufre especialmente al que le toca resumir, aunque merece la pena este esfuerzo pues luego estas cosas nos ayudan a preparar el examen. Un saludo.
 

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